La certificación en IFS Food tiene para las empresas conserveras múltiples ventajas. Desde la certeza de estar cumpliendo con la normativa vigente en materia de seguridad alimentaria hasta un aumento de la competitividad derivado de poner el foco en la mejora continúa de los procesos y en una imagen de marca más fuerte y respetada.
La última versión de esta certificación en seguridad alimentaria reconocida a nivel internacional es IFS Food 7 y, en este artículo, vamos a analizar sus requisitos y las implicaciones que tiene para una industria como la conservera con una gran tradición y recorrido en nuestro país.
La norma IFS Food y la industria conservera
IFS Food es una norma de seguridad alimentaria reconocida por la Global Food Safety Initiative (GFSI) y creada para auditar a empresas que fabrican o procesan alimentos o a empresas que empaquetan productos alimentarios a granel. Es decir, su objetivo es garantizar la seguridad y la calidad de los alimentos procesados y evitar la contaminación de los productos alimenticios durante su envasado primario.
Por tanto, la norma IFS Food aplica de lleno a las empresas de la industria conservera, por otro lado, muy desarrollada en nuestro país. Por ejemplo, la producción de conservas de pescado y marisco españolas supone el 50% de la producción europea. Y las conservas vegetales ocupan un 7% de toda la producción de la industria alimentaria en España.
La industria conservera tiene como principal finalidad producir alimentos que conserven sus propiedades por un largo periodo de tiempo, preservándolos de la acción de microorganismos u otros factores que puedan influir en sus cualidades organolépticas.
A la hora de garantizar la producción y comercialización de productos inocuos y seguros para los consumidores, las empresas conserveras, al igual que el resto de empresas del sector agroalimentario, deben establecer sistemas de control multidisciplinario como los que se plantean en la norma IFS Food.
¿Qué aspectos tiene en cuenta la norma IFS Food?
El certificado IFS Food abarca seis áreas:
- Compromiso de la alta dirección con la seguridad alimentaria y la garantía de calidad.
- Diseño e implantación de un Sistema de Gestión de la Seguridad y la Calidad de los alimentos – imprescindible para cumplir los requisitos legales y de seguridad alimentaria, así como las especificaciones del cliente.
- Una gestión de recursos eficaz y optimizada: gestión de los recursos humanos, las condiciones de trabajo, la higiene y el saneamiento para garantizar la seguridad de los productos.
- Parte operacional: planificación y producción.
- Evaluación constante mediante mediciones, análisis y mejoras: inspecciones, validación de procesos y gestión de reclamaciones y medidas correctivas.
- Plan de Food Defense – protección de la integridad de la empresa y de los productos producidos.
Dentro de cada una de estas áreas se evalúan distintos objetivos y requisitos (puntuándose cada uno de ellos de acuerdo a su adecuación a lo que dicta la norma). De esta puntuación dependerá la obtención o no de la certificación.
Sin embargo, como es común en todas las normas de la familia IFS, existen una serie de requisitos de obligado cumplimiento o KO. Es decir, sin una buena puntuación en ellos, la empresa no obtendrá la certificación. En el caso de la norma IFS Food, son los siguientes:
- Responsabilidad de la dirección.
- Sistema de control de cada PCC (Punto Crítico de Control).
- Higiene del personal.
- Especificaciones de materias primas.
- Especificaciones de producto acabado (cumplimiento de la formulación).
- Gestión de materiales extraños.
- Sistema de trazabilidad.
- Auditorías internas.
- Procedimiento de retirada y recuperación.
- Acciones correctivas.
Beneficios de certificarse en IFS Food
El certificado IFS Food no es obligatorio para las empresas conserveras o para el resto de empresas del sector de la alimentación sino que tiene un carácter voluntario. Sin embargo, la certificación, supone una importante ventaja competitiva para las empresas que optan por ella. Vamos a ver por qué:
- El enfoque basado en el riesgo de IFS permite realizar evaluaciones individuales de los riesgos y poner el foco en aquellos aspectos que realmente pueden ser problemáticos en cada empresa.
- El sistema impulsa la mejora continua. Implica una revisión constante de todos los procesos en busca de la excelencia operativa y una utilización de recursos óptima.
- El enfoque no prescriptivo de la norma permite implantar soluciones a medida en cada empresa. Es decir, IFS permite a cada empresa implantar las soluciones de control de los peligros que mejor se adapten a sus condiciones particulares.
- Para certificarse en IFS Food es necesaria la implicación y el compromiso de todos los miembros del equipo. Desde la alta dirección hasta los operarios. Esto repercute positivamente en el clima laboral, la productividad y en la atracción y retención del talento.
- Los requisitos reducen los gastos de funcionamiento y aumentan la eficiencia: Al aplicar los requisitos de IFS, las empresas mejoran sus procesos reduciendo el desperdicio y los costes relacionados con las retiradas, las reclamaciones o los productos rechazados y la reprocesado.
- La certificación IFS aumenta las ventas. Las empresas al certificarse demuestran que cumplen las expectativas de los clientes en cuanto a la seguridad y la calidad de los productos y que son un socio comercial de confianza. La imagen de marca y reputación de la empresa se ve beneficiada. Además son muchas las grandes superficies de venta y distribución o los países que exigen a sus proveedores y distribuidores altos estándares de calidad para poder comercializar sus productos.
Certificarse en una norma que es aceptada por los distribuidores y propietarios de marcas de todo el mundo y cuyos requisitos son desarrollados por expertos de la industria alimentaria, entidades de certificación y distribuidores es fundamental para competir en un mercado cada vez más exigente y concienciado con la calidad y la seguridad. Si deseas certificar tu empresa conservera en IFS Food, nuestros consultores expertos pueden guiarte en todo el proceso. Contáctanos y nos pondremos manos a la obra.